Un llamado a priorizar políticas públicas enfocadas en apoyar a las familias trabajadoras con ingresos bajos.
Regresar a NoticiasSan Juan, Puerto Rico – Más de 72,000 hogares encabezados por personas que trabajan viven bajo pobreza en Puerto Rico. Así lo destacó el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) durante la Semana de Datos 2025. A pesar de ciertos avances, esta realidad persiste: las familias siguen enfrentando barreras que impiden que logren su la movilidad económica.
En Puerto Rico, la mediana de ingresos de las familias con menores es de $26,360, casi $40,000 menos que la mediana correspondiente en Nuevo México, la jurisdicción con el ingreso familiar más bajo en Estados Unidos. Esta disparidad salarial contribuye a que 72,236 (36%) familias con menores en Puerto Rico vivan en pobreza a pesar de estar empleadas, enfrentando barreras que limitan su desarrollo económico. Esta realidad resalta la necesidad urgente de impulsar medidas que conecten a las personas con buenos empleos.
“Demasiadas familias están luchando por llegar a fin de mes. Estos datos demuestran la necesidad de colocar a las familias en el centro de nuestras decisiones de política pública. Hacer avanzar a las familias y a sus hijos debe ser el objetivo con el que midamos el progreso”, expresó la Dra. María Enchautegui Román, Directora de Investigación y Conocimiento del IDJ.
Las brechas económicas se hacen más evidentes cuando se analiza la situación de las familias monoparentales: según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, en Puerto Rico el 72% de los menores que viven en hogares encabezados por mujeres se encuentra bajo el nivel de pobreza a pesar de estar empleadas. En estos hogares, la mediana de ingresos anuales es de apenas $14,495, reflejando los profundos retos económicos que enfrentan muchas madres jefas de familia en la isla.
"En Puerto Rico, miles de jefas y jefes de familia se levantan cada día a trabajar para sostener a los suyos, y aun así viven en condiciones de pobreza. La evidencia es clara: aquí la gente trabaja, y quienes no lo hacen quieren hacerlo, pero suelen enfrentar barreras reales, no falta de voluntad", señaló Sarah Vázquez Pérez, Directora Ejecutiva Interina del IDJ.
Vázquez Pérez añadió, además, que "no podemos seguir normalizando la precariedad en las familias. Estamos a tiempo de impulsar políticas públicas y cambios estructurales que promuevan la movilidad económica y las respalden. Es momento de demostrar que un zip code no debe determinar las oportunidades a las que tienen acceso”.
Datos relevantes:
"Una década de diferencia muestra cómo las familias con menores se están incorporando a la fuerza laboral, más estos empleos no son suficientes para mejorar la realidad económica de las familias. Por tanto, vemos un incremento en menores que viven en familias que están trabajando y aun así devengan ingresos bajos”, señaló Vallerie Blakely Vallecillo, Analista de Investigación del IDJ.
Estas condiciones también se reflejan en la calificación general del Índice de Bienestar de la Niñez y Juventud, que se mantiene en D, ubicando a la isla en la posición número 20 cuando se compara con los 50 estados y el Distrito de Columbia.
Existen soluciones
Ante esta realidad, el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) desarrolló Nuestra Agenda: Una ruta hacia buenos empleos, un documento que reúne 16 recomendaciones de política pública orientadas a promover la movilidad económica de las familias con menores en Puerto Rico. Esta agenda propone una estrategia estructurada en cuatro pilares:
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